lunes, 9 de diciembre de 2013

LastBreath - 02: LLovera...

El sol se asomaba entre las cordilleras, el frio se hacía más intenso mientras era consumido por los rayos tibios del sol...

El ambiente era cada vez más tenso, el espantoso asesinato de hacía unos días, tenia al pueblo conmocionado, prácticamente paranoico, como si supieran cosas que no deberían….

Bajo las escaleras de la sala, y pongo un poco de agua a calentar en la cocina, me apetece una taza de café… café… es increíble como después de tantos años, sentir el aroma me recuerda a mi hermano.

Me quedé mirando al vacio mientras esperaba, e inconsientemente lleve mis manos a mi abdomen… Sin poder evitarlo… recordé…



-Flash back- (RECUERDO)

-Pero Vanessa… mi amor.. ¿no estas feliz? Es nuestro primer hijo…- decía un hombre secando las lagrimas de los ojos de Vanessa-

-Si, lo estoy… pero tengo un mal presentimiento… una tristeza dentro…- dijo la joven acomodando su largo cabello.

Mas nada pudo evitar lo inevitable… Vanessa perdió a su hijo 3 semanas después, se había despertado a media noche, la sangre empapaba las sabanas y sus piernas, la desesperación la absorbió, intentaba gritar pero la voz no salía, no podía moverse, como si sogas invisibles la mantuvieran presa… De repente y causándole un dolor indescriptible, una mano ensangrentada salió de su vientre destrozándole por dentro, se desmallo del dolor, y despertó gritando en su cama… había sido la pesadilla mas real y dolorosa…

Un par de semanas después, su novio terminaba de hacer las maletas

-No entiendo… ¡¿Cómo pudiste hacerlo?!- le gritaba furioso, ella parecía ahogarse en su propio llanto

-No lo hice… no lo hice… no me dejes… no ahora- Vanessa suplicaba.

-Estás loca… deberías internarte…- se despidió con esas frías palabras para alejarse azotando la puerta, Vanessa cayo rendida sobre sus rodillas dejando que las lagrimas la consumieran… había perdido el bebé… y él la culpaba

-no… lo .. hice… - susurro perdida….



-end of Flash back- (Fin del recuerdo)



Las lágrimas cubren mi rostro, acaricio mi vientre preguntando Dios ¿Por qué?... La pava empieza a chillar, me asusto, eso me trae a la realidad, y en un suspiro termino de preparar mi café…

Luego de tomarlo y cambiarme, busco mi abrigo y me preparo para hacer las compras, hoy e sun día frio pero hermoso… dejando de lado la tención del aire…

Salgo de mi casa, y mientras cierro la puerta y noto como un anciano me mira con rencor… me detengo y le observo mejor, el hombre me señala amenazante con el dedo y antes de que pueda comprender grita, grita con todas sus fuerzas

-¡ARDERAS EN EL INFIERNO! ¡Tu y todos los miserables humanos arderán!- me sigue gritando, siento una presión en mi pecho, la tristeza me invade, pero decido no darle importancia, unos policías lo atrapan y comienzan a golpearle, contengo el nudo en mi garganta y me voy a paso apurado…



Un poco de muérdago, otro de carne, y odio las verduras… pero tengo que comer sano de vez en cuando… sobre todo después de lo que paso… termino de enumerar la mercancía en mis bolsas, fue una compra aburrida pero productiva, entonces decido ir a la florería “Narcisos”.



Llego, el aroma de ese lugar siempre fue mi preferido, es un mundo diferente dentro de este horrible pueblo, una chica de cabellos castaños y ondulados me saluda, sus ojos verdes me miran con ternura. Me abraza.

-Hola Vany… ¿Cómo te encuentras hoy? – me pregunta mi mejor amiga

-Mejor Gisel… mejor…- le digo intentando convencerme a mi misma- vengo por la de siempre- agregué

-Ya veo… toma todas las que quieras, ya sabes que para ti son gratis- me sonríe dándome ánimos- ¿puedo ir a cenar mas tarde a tu casa?-,e pregunta sabiendo la respuesta.- es que sabes que cocino muy mal.- se termina de excusar, yo me rio.

-Me encantaría… sabes que eres siempre bienvenida en mi casa- le respondo- preparare algo delicioso para ti- y nuevamente no puedo evitar reír al ver como sus ojitos se iluminan.

-Nos vemos mas tarde entonces- me despide mientras me voy con las flores. Pero me vuelvo sobre mis talones.

-Lleva Ninhe ¿si?- le aclaro

-Sabes que nunca salgo sin ella- me sonríe. Me alejo con una calidez dentro, me hace tan bien estar con Gisel.



Llego a mi casa cansada, dejo las bolsas sobre la mesa y subo apurada a mi habitación… dejo las flores en la mesa de luz… ahí eta ese marco de plata, con ángeles tallados que dice: “en memoria de Bertran Sinner”



-hijo…- es todo lo que puedo decir…



Antes de que el llanto vuelva a apoderarse de mi, bajo las escaleras con una de las flores, y veo en el centro de la mesa un sobre rojo, extrañada supongo que mi novio… mi.. mi ex novio me lo dejo, lo abro con cuidado pero nervios… dice que visite el cementerio … las parcelas 65, 66 y 03 … mi ceño se frunce ¿qué clase de mala broma es esta?, estoy a punto de olvidarlo.. pero la curiosidad me domina, supongo que eso lo heredé de mi hermano… así que me vuelvo a poner mi abrigo, al abrir la puerta me doy cuenta de que empezó a llover, así que me vuelvo tomo mi paraguas y salgo a dar un paseo… al cementerio…

Camino la octava de cuadras y llego al triste y enrejado solar… me rio con ironía, un día de lluvia es bastante morboso para dar un paseo en ese lugar, camino hasta las parcelas 65 y 66 … es la sección de policías caídos en combate, los nombres me resultan familiares, pero no logro saber quienes son…

Continuo hasta la parcela 03, esta me impacta, el retrato que descansa sobre la tumba es igual al del hombre que me había gritado hacia unas horas, pero no, no puede ser, su muerte de defunción era el “13 de marzo de 1973” … además ese pobre y demente hombre fue golpeado por los policías… los fantasmas no existen… los fantasmas no existen… me repito mentalmente tranquilizándome. Leo su nombre: Adam Nova… quizás aquí el anciano tan parecido era su hijo, pero no puedo evitar seguir pensando en ello, así que decido disipar mis dudas y camino hasta la estación de policías.



Entro, cierro mi paraguas y me acerco sumisa al policía de turno.

-Hola Vanessa, ¿Cómo estas hoy?- me saluda el oficial, a lo qe respondo con una sonrisa.

-Hertor… quisiera saber como se encuentra el hombre que arrestaron hoy…- le digo amigable, el afina la mirada confundido- el anciano… que arrestaron en la calle Main…- Hector se toma el mentón pensando, y al no encontrar anda en sus recuerdos decide confirmar con el papeleo. Esta un rato revisando archivos.

-Lo siento Vanessa, hace un par de semanas que no se han hecho arrestos…- Me comenta confundido pero divertido. Trago en seco. Le agradezco por la información y me retiro.



Corro hasta mi casa, la lluvia era cada vez más fuerte, solo cuando estoy a pocos metros logro ver a Gisel y Ninhe mojandose en la puerta, me apresuro y les hago entrar.



Una vez dentro Gisel se acomoda en la cocina con la preciosa Ninhe en brazos, yo empiezo a cortar unos vegetales mientras platicamos de banalidades.

Le comento que fui al cementerio, y la extraña situación que había pasado antes de ir a su negocio, ella me escucha atenta y comprende que estoy viviendo muchas cosas difíciles. Siento mis manos calientes, me volteo, veo mis manos llenas de sangre, cubiertas por las sangre de un brazo que estoy cortando en lugar de los vegetales, me alejo espantada y miro a Gisel sin poder reproducir palabra, ella se levanta asustaba y se acerca a mí, mis ojos vuelven a mis manos, y me doy cuenta que hay esta todo en su lugar, solo me corte un poco el dedo meñique, finalmente respiro.

-¡Que dolor!- exclama mi amiga preocupada con gestos sufridos- buscare el botiquín- se aleja buscando algo con lo que curarme, vuelve con unas vendas y me envuelve el dedo con suma delicadeza, me enternezco al sentir su calidez. La herida no es profunda, deja de sangrar de inmediato… Gisel termina de cocinar mientras juego con Ninhe, el arrollado de carne le queda delicioso, comemos mientras seguimos hablando tonterías, mientras comemos veo una sombra en el pasillo, pero no le hago caso, ya comprobé que hoy no estoy totalmente en mis cabales… pero luego noto que Nineh también mira atenta hacia el lugar de la sombra, entonces le pido a Gisel que me acompañe, la sombra provenía del patio así que caminamos lentamente, una vez ahí noto una sombra en el robledal que decora mi casa… camino dejando a Gisel atrás, hay un hueco… me asomo… siento un extraño olor a hierro fijo las vista, dentro… hay un cadáver, el cadáver de un bebé … un bebé estrangulado. Grito. Me desmallo…

Despierto, estoy en mi cuarto, en mi cama, a mi derecha Gisel que suspira aliviada, el Dr. David se acerca a mi-

-El.. el bebé… - alcanzo a decir, Gisel y el doctor se miran.

-¿Cuál bebé? Era una ardilla muerta…- me aclara

-… ya veo- empiezo a llorar- lo siento... no se… no sé qué me pasa…- trato de contener las lagrimas pero no puedo

-Es el estrés Vanessa- me explica el doctor- necitas reposo… mucho descanso, por favor no hagas fuerzas.- asiento con la cabeza a las indicaciones de David.

-Me quedare contigo esta noche – me dice la castaña toando mi mano y dejando que Ninhe suba a la cama. Acaricio su cabecita.

-Gracias- alcanzo a decir en un susurro… Sin darnos cuenta nos quedamos dormidas…

Yo abrazando a Ninhe y Gisel de rodillas apoyando su cabeza en mi cama. Unos ruidos me despiertan… ya es de día… me desperezo y muevo a mi amiga que con sus gestos me muestro lo adolorida que esta, trata de desperezarse pero solo le causa más dolor, me rio al verla a hacer muecas, ella me sonríe. Entonces vuelvo a sentir el ruido que me había despertado, era el timbro de mi casa. Miro el reloj… es muy temprano aun… me arreglo un poco, y me molesto ante la persona que tan insistentemente sigue tocando a mi puerta, bajo las escaleras y finalmente abro la puerta, la luz del sol me encandila…

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